lunes, 12 de noviembre de 2018

Ideología y espiritualidad

Aunque no lo parezca, todos los seres estamos ligados a unas normas inalterables y no superables, pueden modificarse según sus repercusiones, pero, se dan siempre y siempre igual bajo las mismas condiciones.

Incluso hasta quien se esfuerza por inhibir algunas de sus tendencias está repercutiendo para poder modificarse a sí mismo/a porque de no ser así, siempre sería igual.

Así que, existen esas "leyes" a las que se obedecen si o si, y si no están esas leyes estarán otras, pero lo que no hay es la inexistencia de leyes porque algo te impulsa con la fuerza suficiente para que encuentres en esa dirección tu búsqueda por sentirte bien.

Ciertamente, los seres, nos repercutimos mutuamente y normalmente siempre para mal, porque tras la repercusión hay cambios que arrojan la idea de equilibrio, tras lo cual, se arroja un resultado en el que cada ser ya no es el mismo.

Sin quererlo, todos los seres nos atenemos a normas, premisas y previsiones, que contiene a toda la ley a la que nos sometemos.

Las normas siempre son los condicionantes de los que se parte. Las premisas vienen impuestas por las circunstancias locales y las previsiones son intentar reconducir todo ello hacia el propio bien estar, incluso, las consecuencias directas se convierten en motivo de nuevos equilibrios hasta que sus efectos se amortigüen para que el nuevo estado se acepte como el continuista.

Tal es así que, cada especie tiene unas características que las identifican, y que son distintas de otras afines, pues dependiendo de la localización, se hacen a ello y pueden darse ciertas diferencias, incluso sustantivas, que le hacen continuar.

Esas características contienen el conjunto de saberes que manejan para relacionarse consigo misma y con el exterior, pero, visto como tal, son sus leyes que han de cumplirse para continuar. Por naturaleza, esas leyes se dan irremediablemente sin mayor negociación que el contexto, así que existe una "cierta ideología" en el ser de cada especie de manera natural que le hace comprender qué de la realidad que está viviendo le hace, hará e hizo sentirse bien, porque es a ello a lo que tiende como corolario de su vida.

Es en seres más grupales, es donde el conocimiento se convierte en sí mismo en el condicionante del grupo, pues, esas normas que todos han de llevar a cabo es la premisa, y ello es en sí su ideología, muy básica o muy avanzada, dependerá de la especie en sí, pero, no deja de producirse la máxima natural de sentirse bien, ya que quien no cumple con ello es castigado con severidad por todo su sistema.

Como es natural, ningún ser es capaz de salirse de su sistema a menos que no esté de acuerdo con él, por lo que en su conocimiento está su insatisfacción con el mismo, ya que para estar completamente sometido a él ha de anular sus tendencias y eso es algo que no siempre es automático.

Estas limitaciones, son preludio de inestabilidades, pues las latentes tendencias que en los que no se someten del todo no cesan sólo por la imposición ideológica sistemática, e intentarán avanzar en lo que para ellos es estar bien.

Ésta anulación personal sólo se dará bien por mera programación inherente o por imposición de alguien del grupo, que, haciéndole sentirse mal, le hará convertirse en, si no sumiso, si obediente, al menos mientras comprenda su inferioridad potencial.

Los sumisos encuentran en ese sistema el bien estar suficiente como para que sus tendencias no
les tiente, y no se salen del sistema ya que cumple con sus expectativas y compensa todos sus esfuerzos compensando sus limitaciones.

Entonces hay una verdadera ideología, con leyes, con sistemas de castigo y compensación que organizan al grupo de manera eficiente cuya función es la misma que si se tratara de un sólo ser, es decir, estar bien, pero en esta ocasión como grupo, lo cual hará que pueda prevalecer en el tiempo ante las vicisitudes del propio grupo y de las circunstancias que les rodeen.

En el caso de ser humano, ésto lo hemos llevado al un máximo, tal es así que no nos entendemos sin grupo con sus sin leyes, sin cárceles y sin ambiciones que te compensen todas tus represiones personales con salarios, posesiones,la suerte... etc.

La cuestión es que una vez superada toda la cuestión de vivencia material, la tendencia grupal es la de elevar esas ideologías a otro nivel más amplio transmitible a todo ser capaz de ser mínimamente obediente a estas pautas vitales. Incluso entre especies se produce esta circunstancia y se ve claramente cuando una especie convive sometida a otra, de manera que adopta el sistema de valores de ella en la suya.

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