viernes, 9 de noviembre de 2018

Bueno y malo

¿Qué es bueno y qué es malo.?
¿Quien es bueno y quien malo.?
¿Por qué ser bueno o malo.?
¿Dónde está lo bueno y lo malo.?

Todas estas preguntas y más, nos surgen como seres humanos, pero, incluso la necesidad de responder a una pregunta, es bueno o malo según se mire.

Estamos influenciados por el ambiente, estamos repercutidos por las necesidades y tan sólo queremos una cosa, estar bien.

Seamos quienes seamos, todos nos movemos en un contexto impredecible, tenemos unas necesidades que superar imperantes, y de todo ello surge nuestro estado de ánimo que se enfrenta para intentar estar bien.

Pero, queremos estar bien con nosotros y con nadie más, porque vivimos con nosotros intentando lidiar con el contexto para conseguir resarcir las necesidades que nos acucian en mayor o menor medida, así que, a priori, bueno es aquello que te hace sentir bien y está donde lo encuentres.

Con el conocimiento concretamos las experiencias y diferenciamos sobre su benignidad o malignidad según parámetros como el tiempo que nos hace estar bien y las consecuencias directas tras la adquisición.

Con la práctica, consolidamos ese concepto con un ejercicio de lógica en la que intervienen más condicionantes, ésto tiende a arrojar un resultado que hará comprender si la conclusión resultante es contundente en una u otra dirección y de ahí sale eso de si es bueno o malo, para quién, por qué y dónde está.

En realidad ese concepto es un elemento que nos habla de lo que beneficia o no aquello, y ese beneficio es atractivo porque repercute en esa dirección al individuo que, a fin de cuentas, eso es lo único que quiere saber de la vida porque así es como se consigue estar bien, y es por eso por lo que atrae.

Éste conocimiento tiene su origen en ese equilibrio entre necesidades ineludibles y actitudes irreprimibles pues por mucho que se domestique al animal, no será capaz de evitar la tendencia esencial natural y es por ello que el egoísmo interviene como único recurso para ello, no sólo para hacer sentir bien, sino para mantenerlo vivo, lo cual no sólo está relacionado con comer y conseguir la comida, sino con dotarte de las capacidades que generarán actitudes futuras para poder seguir haciéndolo.

La palabra bueno y malo, es sólo una concreción interesada de su significado en relación a las necesidades que tenga el ser en cada momento. Aquello de lo que si tiene necesidad el ser es de lo bueno, es decir, lo que le hace sentirse bien, y es por ello que puede hacer algún mal si con ello lo consigue, así que, por poner un ejemplo, el león no mata siempre, tan sólo cuando es motivado por sus necesidades internas, bien hambre, bien reproducción, bien frenesí hormonal. Lo propio del león es estar tranquilo y cuanto más viejo o sabio más frío, calculador, eficiente... pero no en matar, sino en encontrarse bien.

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